El muro que grita: Puebla y la normalización del horror
Un domingo cualquiera, fui al mercado. En Puebla, los mercados tradicionales como La Acocota aún conservan el alma de la ciudad. Pero esta vez, vi algo diferente.
En uno de sus muros, los locatarios han colocado decenas de carteles de búsqueda. Personas desaparecidas. Hijos, padres, hermanos. El muro no informa: estremece.
Me detuve. Sentí escalofríos. Y me pregunté:
¿Quiénes son las bestias que están masacrando a estas familias trabajadoras?
¿Quién los protege? ¿Quién lo permite?
No podemos seguir caminando junto al horror como si fuera parte del paisaje. Este país necesita respuestas. Y justicia.
Todos sabemos quiénes son los verdaderos responsables.
Aquellos políticos y autoridades "del bienestar" que, a cambio de una cuota, le abren las puertas a la delincuencia organizada para que robe y masacre al pueblo bueno y sabio.
Su cinismo no tiene límites.
¿Hasta cuándo vamos a normalizar el silencio?
¿Hasta cuándo vamos a permitir que el miedo sea más fuerte que la justicia?
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